La revolución de la pregunta

Cuando la verdad no tiene más remedio que difuminarse con la mentira para no ser perseguida, en ese momento en el que la represión a nuestra humanidad es tal que la conciencia rebosa odio y superficialidad, en ese momento es cuando más se necesita esperanza.Una esperanza en que estos días es tan necesaria para salir de este vacío interior, y que orquestadamente se le esconde a la población tan bombardeada de modernidad tremendamente sensacionalista.A la gente se le invita a no plantearse lo establecido, cuando lo único establecido es que existe progreso cuando la gente se replantea la realidad.

El plan de globalizar mentes y ponerlas bajo un mismo molde, es el culmen de esta sociedad perdida y sin un horizonte claro, un plan maquiaviélico que busca la extinción de todas las preguntas que todos llevamos dentro y podrían incendiar la estructura amoral de este mundo moralista y  sin profundidad humana.

Preguntarse sobre las cosas profundas del mundo, preguntarse a quien le beneficia tu superficialidad, preguntarse sobre el amor o la esperanza es a estas alturas, claramente revolucionario y necesario para no caer en el abismo de tener una vida vacía.